El modelo de Smart Work Center persigue proporcionar un lugar de trabajo versátil y escalable con numerosos beneficios tanto para empresarios, empleados y el entorno.
Entre los beneficios directos e indirectos para las personas encontramos: la reducción de gastos ( combustible, parking transporte público), la reducción del tiempo de viaje, el crecimiento de la productividad, la posibilidad del trabajo flexible, la reducción del ruido y el estrés en la oficina y un aumento en las oportunidades de mentoría. También permite disponer de más tiempo para familiares y amigos, ocio y un mejor balance entre tiempo de trabajo y vida personal.
A nivel empresarial destaca la reducción de costes optimizando el uso de los recursos, desde el espacio de oficina hasta el consumo de suministros, ya que se permite un uso flexible y multifuncional de sus recursos al ofrecer numerosos servicios que son definidos y están ajustados al conjunto de usuarios que atienden.
En cuanto a los beneficios organizativos que un SWC permite podemos incluir un mejor desempeño organizacional a través de una mayor satisfacción laboral y productividad individual; reducción del absentismo y de la rotación de personal; mayor compromiso y un mejor clima organizacional positivo; una reducción de los costos de oficina; un mercado laboral más amplio y la capacidad de atraer, motivar y retener recursos humanos altamente especializados.
Finalmente, a nivel social, los SWC pueden producir resultados positivos para la comunidad, a través de la reducción de la contaminación ambiental; el aumento de la participación de la comunidad; la recuperación de áreas deprimidas; la reducción del desempleo y de los accidentes relacionados con los desplazamientos entre la oficina y el hogar.
El SWC ofrece un entorno atractivo y favorece las sinergias para startups, pequeñas empresas, profesionales y trabajadores de empresas que están físicamente ubicadas a gran distancia.
Surge en las áreas urbanas y aprovecha el impulso y desarrollo de soluciones TIC aplicables a las ciudades de todo el mundo.
Sin embargo, la población rural está disminuyendo en toda Europa, siendo las personas jóvenes cualificadas las primeras en irse debido a la falta de trabajos adecuados en ese entorno.
Ante este reto, la implantación del modelo de SWC que aprovechan redes y contactos en estas zonas puede ayudar a repoblar las comunidades rurales.
Este planteamiento permite alcanzar tanto la concentración física de recursos como la virtual. Por lo tanto, SWC puede servir como herramienta importante para superar la distancia en las zonas rurales y aprovechar plenamente los recursos de los que se disponen.
El establecimiento de SWC puede ser una opción tanto dentro como fuera de las áreas metropolitanas. Podría minimizar los inconvenientes típicos del teletrabajo como pueden ser la pérdida de socialización, ausencia de arraigo corporativo o la dificultad para organizar reuniones presenciales.