10 Mar ¿Por qué es importante la inversión privada?
En un contexto social como el actual, en el que sin descanso la sociedad va a encadenar la crisis del coronavirus con el incipiente conflicto entre Rusia y Ucrania, los emprendedores se enfrentan a un desafío de los que miden su ingenio y la valía de sus proyectos. El reto que tienen delante es el de encontrar inversores dispuestos a confiar a confiar en sus startups y apostar económicamente por ellas.
Para ello conviene orientar las políticas públicas a incentivar las tasas de inversión privada como motor para mejorar el crecimiento económico, el desarrollo de las ideas emprendedoras, el crecimiento del tejido empresarial español y con ello, el bienestar a largo plazo.
Invertir en I+D repercute positivamente en la competitividad de las empresas
La Unión Europea tiene las miras puestas en alcanzar el objetivo del 3% del PIB de inversión total en I+D en 2030. Esto supondría un empujón a aquellos proyectos en el puesto de salida, pero tendría que verse refrendada en el camino por una mayor inversión privada.
Los datos son clarificadores y muestran cómo en España se invierte 4,8 veces menos que en Suecia o resto de países escandinavos, que van un paso por delante, así como Francia, que invierte en I+D dos veces más que nuestro país.
Para compensar esta disfuncionalidad, una combinación eficiente de inversión privada y pública será crucial. Las sociedades que apuesten con mayor éxito por un entorno propicio para la inversión conseguirán transformar sus economías y afrontarán con éxito los retos digitales y medioambientales que deparan los próximos años.
En este contexto es de vital importancia asegurar y aumentar la inversión privada en I+D pues esta es beneficiosa económicamente tanto en el corto como en el largo plazo.
La inversión privada, un salvavidas para los jóvenes emprendedores
Con la financiación privada, no sólo conseguimos que nuestras empresas sean más competitivas en un mundo cada vez más tecnológico, sino que damos muchas más oportunidades a todos esos jóvenes universitarios que han realizado su formación en España y se han visto obligados a emigrar ante la falta de recursos y oportunidades.
Además, cabe mencionar que los inversores privados pueden llegar a deducirse hasta el 50% del total de su inversión sobre la cuota a pagar en el IRPF, en el caso de inversiones para empresas con menos de tres años de vida, siendo un motivo de peso por el que apostar por la inversión.