10 Oct Lean Startup: la metodología que te ayuda a emprender con éxito
Lean Startup es la metodología utilizada para transformar un proyecto en una empresa poniendo en foco las necesidades del cliente, teniendo en cuenta su retroalimentación e ir modificando el producto hasta desarrollar la versión final. La clave de este método es la experimentación, a través de un ciclo que permite hacer ajustes constantes durante el proceso de creación de la startup. Este ciclo está formado por tres procesos “Construir-Medir-Aprender” y permite descubrir a los emprendedores si su proyecto tiene realmente un hueco en el mercado o no.
En este sentido, la estrategia de nuestro negocio se va construyendo conforme vamos teniendo un mayor conocimiento del mercado. Con la experimentación, las hipótesis que resulten falsas nos obligarán a pivotar respecto a la idea inicial, proponiendo alternativas más próximas a una buena estrategia. De esta manera es el mercado el que guía nuestra estrategia y no la estrategia la que guía nuestro modelo de negocio.
La principal aportación de la filosofía Lean Startup es la minoración de riesgo, evita realizar grandes inversiones de tiempo y de dinero sin saber si el producto tendrá buena acogida, para invertir más o pedir financiación cuando las probabilidades de éxito de sus proyectos son más altas.
Un poco de historia…
La filosofía Lean Startup se basa en los principios de lean manufacturing, un sistema de producción que empezó a utilizar Toyota en los años ochenta. Este proceso consistía en la identificación y minimización de los desperdicios, entendidos como cualquier actividad humana que consumía recursos, pero no generaba ningún valor.
Sin embargo, el concepto de Lean Startup tuvo su origen en 2008 en Silicon Valley. El empresario y emprendedor americano Eric Ries desarrolló este concepto teniendo en mente compañías de alta tecnología, aunque actualmente esta filosofía se ha extendido para aplicarse a cualquier persona o empresa que busca introducir nuevos productos o servicios en el mercado. Ries desarrolló la idea para el inicio de Lean de sus experiencias como asesor de startups, como empleado, y fundador.
Su primera startup, Catalyst Recruiting, fracasó porque no entendían las necesidades de sus clientes, y debido a que se centró demasiado tiempo y energía en el producto inicial. Ries afirmaba que “estaba trabajando delante de la tecnología en lugar de trabajar hacia atrás a partir de los resultados del negocio que estamos tratando de lograr “. Ries comenzó a desarrollar la filosofía lean de estas experiencias, y de otras observadas al trabajar en el mundo empresarial de alta tecnología. En septiembre de 2008, Ries acuñó por primera vez el término en su blog “Startup Lessons Learned”, en un post llamado “The lean startup”.
La publicación del bestseller de Ries: “The Lean Startup: How Today’s Entrepreneurs Use Continuous Innovation to Create Radically Successful Businesses”, permitió la expansión de la metodología en todo el mundo.
El método Lean Startup en tres pasos
1. Construir
Debemos partir de un problema a resolver y que queremos validar en el mercado: una necesidad para un grupo objetivo. Para identificar el problema, podemos recurrir a nuestros potenciales clientes para preguntarles qué es lo que realmente les preocupa.
Una vez tenemos una hipótesis del problema que nos gustaría solucionar debemos comprobar si es lo que realmente el mercado demanda. Tenemos que saber si nuestro producto y/o servicio le gusta a la gente y si está dispuesta a comprarlo. Aquí es donde nace el concepto de Mínimo Producto Viable: un producto básico, con las funcionalidades esenciales que nos servirá para testear la reacción de nuestros agentes de mercado.
2. Medir
Una vez testeado el producto es el momento de medir la reacción y comportamiento de nuestros potenciales clientes. Para ello es fundamental que previamente hayamos identificado cuáles son los KPIs de nuestro producto o servicio. Esto nos permitirá saber si cumplimos objetivos e ir perfeccionando nuestro producto.
3. Aprender
Sin duda el paso más importante. Debemos validar y aprender si perseverar o pivotar nuestra idea de negocio. En este punto tenemos que saber que pivotar no significa que hayamos fracasado con nuestro producto, si no que nos hemos dado cuenta de que podemos reconducir la idea para que tenga más éxito. Si nos obsesionamos con seguir un proyecto sin futuro, por muy bien que lo hayamos diseñado, el negocio acabará fracasando. Un aspecto fundamental en este punto del ciclo del Lean Startup es el de saber escuchar a cada uno de nuestros stakeholders e incorporar su feedback en el proceso de redefinición de nuestro proyecto.
Una vez terminado el ciclo, volveríamos a los pasos anteriores ya con un producto o servicio mejorado y volveríamos a empezar el proceso.
Lean Canvas: el lienzo del modelo de negocio aplicado a la metodología Lean Startup
El emprendedor y empresario Ash Maurya tuvo la idea en 2010 de adaptar el tradicional lienzo de modelo de negocio para emprendedores que buscan lanzar su idea de negocio y crear su propia startup. Para Ash, al lienzo tradicional le faltaban factores que mostraran las hipótesis más arriesgadas y, además, prescindió de otros bloques como las actividades clave o las alianzas, que le parecían prescindibles para el modelo de negocio de una startup.
Estos son los cuatro elementos añadidos por Ash Maurya en el Lean Canvas:
1. Problema: en este bloque se identifican los 3 principales problemas de tu segmento, y plantear cuáles son las soluciones alternativas a tu producto o servicio que usan tus clientes para resolverlos.
2. Solución: se definen las 3 características más importantes de tu producto/servicio que ayudarán a tus clientes a solucionar sus problemas o satisfacer sus necesidades.
3. Métricas Clave: en este bloque primero se deben establecer las principales acciones, tareas o actividades de nuestro modelo que queremos medir, para después establecer un conjunto de indicadores concretos que nos ayude en la toma de decisiones.
4. Ventaja única o competitiva: son las barreras de entrada que pueden encontrarse en un sector determinado. Con este bloque se persigue la búsqueda de aquello que suponga una ventaja diferencial respecto a la competencia.